Siempre suelo sentarme al costado izquierdo en los asientos altos, nos´me hace sentir un poco más seguro dentro de algo que debería de serlo. No quería escuchar musica, esta vez no deseaba alejarme del mundo, pero...el ambiente estaba de muerte o yo era la muerta...por lo que decidí poner mi audifonos en los oídos. Al rato la micro comenzó a llenarse y s sube un hombre con una jata blanco y negro, la que me recuerda tiempos buenos de revolución. Venía acompañado, nosé que pretendía este tipo si mter bulla o deleitar a las personas que veniamos en ella. No quize enjuciarlo antes de tiempo por lo que yo seguí con mi audifono que me aleja de este mundo.
El sueño me comenzaba a ganar...Estaba cansada no habia dormido n casi toda la noche, que fastidio... Cuando al rato escucho una frase.."Correrele,correle,correla,correle que te van a matar...", desperté enseguida y mire al señor, y me saqué los audifonos. Cada vez que terminaba un tema aplaudia, él solo gozaba de musica...Yo mientras observo a las demás personas todas en su mundo, pro la diferencia era que ninguno escuchaba musica. El señor no hacia caso ,y con su fiel compañera trataron por largo rato que tomaran atención a sus temas. Pero nadie lo hizo, ¿las personas lo tomaran como cotidiano?... me preguntaba, mientras el señor continuaba con temas de violeta y victor...Que agradable se me hacía el recorrido, hasta que el señor terminó su show y de golpe sentí la monotonía en mi entorno. Cuando el señor bajó..me quedé pensando...El tiene un arma tan poderosa... su alma, voz y guitarra...Revolucionaria, como dice una cueca. Es mucho más productivo subirse a las micros a concretar dos cosas: acción y reacción...
Que buena compañera es ella en un momento de soledad, se entrega completamente a unx para poder expresar hasta los más oscuros sentimientos del ser humano.
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